La
especialización y la objetividad convierten al asesor externo en un socio
estratégico.
Tercerización de servicios significa, contratar a otra empresa para que
realice determinadas tareas para nosotros. Las organizaciones en desarrollo como las que ya están
afianzadas toman esta forma de contratación para poder especializarse y
centrarse en el corazón de su actividad.
Se puede hablar de suplantar por
completo un área, como de generar un soporte externo al personal ya instalado
en la empresa. De las dos maneras se
profesionaliza el staff, las funcionalidades y los procesos.
“Los profesionales independientes y oficinas externas con variedad de
perfiles trabajando, pueden convertirse en un socio estratégico. Con una mirada
objetiva, punto de vista global y conocedor del mercado se nutre el proyecto”. Nos comenta Patricia Fernandez, parte
del estudio integral que brinda soluciones contables, impositivas, societarias
y laborales.
Uno de los servicios más tercerizados
es la liquidación de sueldos y jornales. Libera en cierta forma, de tenciones e
inconvenientes que se pueden llegar a generar dentro del equipo de trabajo. La
confidencialidad ayuda a distender este delicado aspecto.
Otros servicios que hacen a la
administración, también son posibles de dejar en mano de terceros. Entre ellos
la facturación, contabilidad, finanzas. Contar con uno o más asesores externos
conlleva a un cruce de información entre varios profesionales desembocando en
una auditoria.
Los
recursos humanos son los más usuales en este tipo de contratación, como la
selección de personal: armado del perfil adecuado, búsqueda dentro y fuera de
la compañía, base de datos de potenciales candidatos, pre-selección. Cuanto más
específico y técnico es el puesto y sus tareas, más complejo se torna encontrar
el empleado deseado. Entonces, el asesor externo acompaña y facilita a la
empresa durante todo el proceso, que en ciertas ocasiones resulta
abrumador.
La
Capacitación del personal también puede ser realizado por alguien que no se
encuentre dentro de la empresa. Entregando a este, recursos e ideas nuevas con
aire fresco.
Podemos
sintetizar que conviene tercerizar cuando se quiere utilizar los propios
recursos a tareas centrales de la empresa y cuando se quiere mejorar la
eficiencia de ciertas áreas. Las opciones son variadas. Buscar la información
adecuada, referencias y resultados de los asesores externos ayuda a determinar a
quienes contratar y para qué.